Conoce el Centro Virtual de Lecto-escritura -UDI-

En este blog encontrará 2 secciones de consulta: Recursos para estudiantes y Recursos para docentes, en las que podrá acceder a variadas guías de estudio relacionadas con la lectura y la escritura. Así mismo, hallará una sección dedicada al Club de lectura de la UDI que le ofrecerá los análisis de las lecturas abordadas en sus sesiones para orientar y enriquecer su manera de hacer lectura crítica. Finalmente, está la sección del Plan lector, donde se comparten los avances del plan "La UDI lee" (proyecto en desarrollo).

domingo, 15 de noviembre de 2015

Lectura: recomendaciones para comprender mejor los textos



La lectura es un proceso complejo que comprende habilidades de decodificación, interpretación, contraste y análisis. Un buen lector está en capacidad de interpretar su papel de manera activa, es decir, asumiendo la tarea de “re-construir” o “re-significar” los textos. Este postulado implica que el lector tiene una gran responsabilidad: de sus hipótesis e inferencias depende que el texto SIGNIFIQUE algo; se le exige al lector que indague, analice y construya, de lo contrario no se hará efectivo ningún mensaje.

¿Cómo interpretar entonces? El filósofo italiano Umberto Eco llamó la atención sobre un factor clave: “un texto es un mecanismo perezoso o económico que vive del sentido que el destinatario introduce en él” y, por tanto, “…está plagado de espacios en blanco, de intersticios que hay que rellenar; quien lo emitió preveía que se los rellenaría y los dejó en blanco…” (Lector in fabula, 1993, pág 76).

Ahora bien, aunque la labor de interpretación depende del lector, es preciso recordar que todo texto (en especial el texto argumentativo) tiene un objetivo, una función y un mensaje: no se trata de elaborar el mensaje que queramos (aunque este debate está abierto en lo que compete al texto narrativo), sino de reelaborar el mensaje que fue previsto por el autor. El texto se nos presenta como un rompecabezas desarmado que debemos reconstruir anticipando e infiriendo el patrón de la imagen; cada pieza tiene una forma particular y está destinada a un lugar específico; debemos descifrar cuál.

De tal modo, reconstruir el texto es realizar inferencias acertadas, las cuales sólo se logran a partir de dos pautas: primero, usted se debe entrenar en la identificación de las pistas que deja el autor para guiarlo, y, segundo, es indispensable que cuente con unos conocimientos enciclopédicos que le sirvan de referencia, además de estar en capacidad de relacionar lo leído con diversos contextos, incluyendo el suyo.

Con el fin de favorecer estos procesos, encontrará a continuación algunas recomendaciones que podrían ayudarle a enriquecer sus lecturas:

     1. ACTIVIDADES PREVIAS A LA LECTURA:



  • Pregúntese para qué lee el texto: ¿lo hace por gusto o por obligación? Incluso si se trata de una lectura asignada como tarea, antes de leer, asegúrese de hallarle sentido a esa tarea; identifique las razones que lo conectan con el texto, lo que necesita de él, lo que le puede aportar. No se resigne a leer “por obligación”; asuma la responsabilidad de la tarea que iniciará con conciencia de su utilidad.
  • Contextualice la obra: conocer desde dónde se enuncia un mensaje es un paso indispensable para interpretarlo adecuadamente. Infórmese sobre quién escribió el texto, cuál era su disciplina, sobre qué tipo de temas trabajaba, en qué contexto se ubicó o dentro de qué corriente se le clasifica. A la par, al analizar un texto, tenga presente el contexto histórico y teórico en que este surgió para evaluar la pertinencia y relevancia de sus propuestas en distintos contextos.
  • Consulte qué importancia tiene el texto que va a leer; averigüe si es una obra conocida y por qué (evite leer reseñas o artículos que adelanten demasiados detalles sobre el contenido).
  • Pregúntese qué sabe sobre el texto, cuáles son sus presaberes (saberes previos) sobre el tema. Es importante tener algunas referencias sobre lo que se abordará. Nuevamente, si es necesario, haga breves consultas para informarse.


      2. ACTIVIDADES DURANTE LA LECTURA

  • Prográmese previamente para que pueda leer con buen tiempo.

  • Revise la estructura general del texto (ojéelo).

  • Lea atentamente título, epígrafes, imágenes y demás elementos anexos; pregúntese qué pueden significar, qué le aportan al texto.

  • Mientras lee, señale las palabras que no entiende y consúltelas.

  • Realice una segunda lectura del texto y haga anotaciones o señale citas que considere importante recordar.

  • Finalmente, pregúntese: ¿sobre qué trataba el texto? Vuelva sobre citas o apartados clave para resolver este interrogante.


      3. ACTIVIDADES POSTERIORES A LA LECTURA:


Para analizar el texto y corroborar su comprensión, hágase las siguientes preguntas:
  •   ¿Qué tipo de texto es? ¿Por qué? ¿Cuál es su estructura?
    • Determine tema y tesis del texto (tesis, si se trata de un texto argumentativo).
    • Describa los argumentos o la historia (dependiendo del tipo de texto).
    • ¿Cuál es la intención del autor del texto?
    • ¿Con qué otras lecturas u obras podría relacionar el texto leído?
    • ¿Qué opina del texto? Argumente su posición frente a lo que se plantea en él.
    • ¿Para qué le sirve el texto?
  • En este punto, es importante realizar resúmenes, mapas conceptuales, dibujos, gráficos, etc., que le sirvan para esquematizar la información más importante y su estructura, de esta manera podrá organizar las ideas en forma clara.
  • Si es posible, comente el texto con otras personas, contraste su lectura con la de sus compañeros y profesores; esta retroalimentación es clave para construir saberes más sólidos.

Y no olvide…


Para que un texto cobre sentido, debe apropiarse de él; habitarlo. Con este fin, es importante que recuerde que toda lectura es una excusa para conocerse a sí mismo, explorar el mundo y construir su propio discurso, por lo que antes de abordar el texto debe preguntarse cuáles son sus inquietudes personales, a partir de qué preguntas va a abordar el texto y por qué lo hace. En otras palabras, el significado del texto nunca está completo y siempre depende de lo que usted busque en él, de que lo convierta en un aporte útil a su auto-construcción.

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